
Me gusta brincar sobre ella sintiéndola coquetear con mis pies y empapar mi cabeza, esto me hace darme cuenta de que a estas alturas del camino tengo un alma milenaria...pero un corazón de niña.
eso somos todos, un abismo, a veces iluminado, a veces obscuro... pero siempre inmenso, eterno, infinito.
1 comentario:
Lo pensé, entré a tu blog, y ahí estaba, ese lado hermoso que de vez en cuando dejas salir... hoy yo digo ¡libéralo para siempre! que feliz es como quiero verte...
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