Nunca he dejado de disfrutar jugar, correr, cantar, llorar y pensar en el agua...siempre me ha lavado el cuerpo, la mente, el alma pero sobre todo el corazón.
Me gusta brincar sobre ella sintiéndola coquetear con mis pies y empapar mi cabeza, esto me hace darme cuenta de que a estas alturas del camino tengo un alma milenaria...pero un corazón de niña.
1 comentario:
Lo pensé, entré a tu blog, y ahí estaba, ese lado hermoso que de vez en cuando dejas salir... hoy yo digo ¡libéralo para siempre! que feliz es como quiero verte...
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