lunes, 1 de agosto de 2011


Y ahora me veo de pie a la hora del crepusculo en una extensión desierta, con un rifle descargado entre las manos y sin blanco al que disparar. A mi alrededor, un silencio en el que sólo se puede oir el sonido de mi propia respiración. Mi insomnio es algo parecido a aquella sensación de soledad sin retorno o el síntoma de que esa soledad me esta invadiendo y nunca me libraré de ella.

En el fondo creo que ansías verme despeñarme desde lo mas alto de mi insoportable tranquilidad. La realidad es que al verte, bajo la mirada, siento tu pecho apoyado en el mio, tus labios gruesos y esos ojos tranquilos que, sin proponerselo, me arrinconan como a un perro viejo.

Es la primera vez en mi vida que pienso que hay algo fuera de mi alcance...

jueves, 31 de marzo de 2011



Durante estos 4 dias de batalla, dia o noche, cuando sientas que los animos se desploman, recuérdame; talvez en estos momentos no podré ir a tu lado, pero ten por seguro mientras quieras seguir haciendo equipo, iré cubriendote la retaguardia.
Esta guerra que has elegido luchar es meramente práctica, no olvides que las consideraciones de orden práctico son el primer atentado contra la pasión y en el fondo del corazón sabes que tu pasión esta en otra batalla, en otros brazos, en otra boca, entre otras piernas, en otros ojos, bajo otras sabanas...

Me encontré ingrávida en la oscuridad del espacio exterior, inmersa en una tristeza ilimitada, en un vacio sin concesiones, sin tiempo, sin espera. No pensaba en nada, ni sentia otra cosa que la levedad de mi propio cuerpo. En mi ensoñación un bullicio lejano me hizo mirar a un lado... TU.